Todo el que vive en Chile creo que está de acuerdo con que la educación es un derecho para todos los chilenos. Desde nuestra propia experiencia tenemos ciertas suposiciones acerca de lo que una escuela es o debería ser. Pero necesitamos, de vez en cuando hacer algunas preguntas fundamentales como: ¿Por qué tenemos la escuela? ¿Cuáles son nuestros objetivos educativos? ¿Qué responsabilidades tienen los gobiernos, los padres, la iglesia u otras organizaciones para la educación de las próximas generaciones?
El aprendizaje no es un asunto individual, sino para la enseñanza de otros, y ambos procesos han de estar al servicio de Dios y de su reino. De hecho, una educación laica no puede estar divorciada de la meta del hombre en la vida, de entender las Escrituras con el propósito de hacer la voluntad de Dios. Los artes y las ciencias laicas no nos dan el verdadero conocimiento de Dios, a menos que nuestros ojos hayan sido primero abiertos por medio del Espíritu. Y el estudio de “la filosofía, la ciencia y la elocuencia tenían como su propósito último la comprensión más profunda del hombre de aquello que Dios dice por medio de las Escrituras” (Calvino).
El cristianismo nace como un sistema de educación universal que busca dar a conocer a Dios para obedecerlo y enseñarlo por lo tanto doy por sentado que la Biblia entrega los principios básicos que dan origen una filosofía de la educación, es por esto que creo que la Biblia es la que nos puede ayudar a aclarar dónde tenemos que modificar o desarrollar la educación en el futuro.
Dios creo el mundo.
Dios hizo el mundo por su Palabra lo que existe fue ordenando que por su voluntad, Dios dijo que todo era bueno en gran manera. El mundo material es bueno, fue ordenado racionalmente por un Dios personal, poderoso y que habla. (Gen 1, Juan 1: 1-3)
Los seres humanos somos creados por el Dios único, para una relación única con nuestro creador, fuimos creados «a su imagen». (Génesis 1: 26-28)
Jesús es la imagen perfecta de Dios. Todas las cosas fueron hechas en él, por él y para él. Como tal, es el heredero, gobernante y dueño de toda la creación. En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y el conocimiento. (Colosenses 1: 15-20, 2: 3)
Dios, que creó el mundo hablando, nos ha hablado de nuestra responsabilidad de cuidar su mundo, este es uno de los objetivos de una buena educación, capacitar a las personas para ejercer una buena mayordomía que Dios nos ha dado. Pensamos y hablamos porque Dios nos ha creado para pensar, conocer y comunicarnos para hacer su voluntad.
Después del pecado de Adán en el Edén los seres humanos continuamos siendo imagen de Dios, responsables de continuar multiplicándonos y trabajando como mayordomos de Dios.
La Familia y la educación.
Dios es quien ha creado a la familia. Hombres y mujeres hemos sido creados a imagen de Dios para llenar la tierra. Dios creó a la mujer para unirse a su esposo; tener una descendencia para Dios.
La enseñanza se ordena a los padres en la ley del Antiguo Testamento, así como en la sabiduría de los Salmos y Proverbios. El Nuevo Testamento enfatiza esta responsabilidad para las familias cristianas. A nadie más aparte de los padres se les da la responsabilidad de criar y enseñar a los niños. (Deuteronomio 4: 9, 6:4-7, Salmos 78: 3-8, Proverbios 1: 8, 22: 6) La enseñanza de los padres es fundamental para mostrar a los niños como vivir en el mundo de Dios, cuando lo hacen estarán enseñando a los niños los caminos de Dios, caminos de honestidad, integridad, sabiduría y comprensión.
Como cristiano me llama la atención que las reforma educacional en Chile busca aumentar la cobertura en la etapa pre – básica, lo que parece bueno pero lo que realmente significa es que lo niños no serán formados por sus padres en la etapa más temprana de sus vidas lo que considero un error, especialmente cuando podemos ver modelos educacionales exitosos en el mundo como el Finlandés donde se privilegia la enseñanza en el hogar (Los niños ingresan al sistema escolar a los 7 años)
En el Nuevo Testamento, las palabras “maestro” y “discípulo” se ocupan principalmente para explicar una relación de adultos, el que enseña y el que aprende. Una función clave de la iglesia del Antiguo y del Nuevo Testamento era la enseñanza y el aprendizaje. (Deuteronomio 4: 9-14, Nehemías 8: 1-8, Efesios 4: 11-16, 1 Timoteo 3: 14-16, 4: 11-13)
La tarea del gobierno.
La tarea fundamental del Gobierno en la Biblia es el de la justicia para castigar a los malhechores, recompensar a los justos, y proteger a los débiles e indefensos (Proverbios 31: 5-9, Romanos 13: 1-7)
El gobierno humano en la Biblia no tiene un papel directo en la educación, aparte de asegurar que los padres malos no abusan o descuidan a sus hijos. Los gobiernos deben establecen condiciones necesarias para la educación, que los padres sean responsables de cuidar y mantener a sus hijos, el gobierno debe promover la justicia en la prestación de la educación para todos, es por eso que estoy de acuerdo con la gratuidad he igualdad de oportunidades para todos los niños chilenos en lo referente a la educación, pero no estoy de acuerdo con que la familia traspase a otros su responsabilidad de formar en la etapa más tempranas a sus hijos.
Los cristianos creemos que todos los niños deben ser enseñados en el conocimiento de Dios, cómo funcionan su mundo, entendiendo cual es nuestra función como portadores de su imagen. Los niños deben aprender a ser responsable de su mundo, relacionándose con los demás en justicia y rectitud. (Proverbios 1-9, 6: 6, Amos 5, 14, Miqueas 6: 8, Romanos 12: 2, 2 Timoteo 2: 2-8) esto solo es posible en un hogar con principios y valores.
Dios ha provisto su preciosa revelación «a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra». La Biblia tiene mucho que decir acerca de la educación de los hijos, pues el deseo de nuestro Dios es que la familia sea el lugar donde se entregan los valores y principios que nos permitirán cumplir fielmente con el llamado a ser sabios mayordomos de la creación de Dios.
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