Durante este jueves, pertenencias de los tripulantes de la lancha Bruma fueron halladas en la Isla Santa María, en el mismo punto donde se presume que la embarcación estaba fondeada antes de desaparecer.
Sin embargo, las condiciones meteorológicas impidieron continuar con las labores submarinas de búsqueda de los siete tripulantes desaparecidos de la lancha de pesca artesanal Bruma, en la región del Biobío.
Según se informó, la operación se mantendrá únicamente en superficie y se retomaría en profundidad recién durante el fin de semana, cuando mejoren las condiciones en altamar.
Claudia Urrutia, vocera de los familiares y presidenta de la Asociación Gremial de Bacaladeros del Maule, señaló que están a la espera del arribo del buque de la Armada Cabo de Hornos, previsto para este sábado, el cual cuenta con tecnología especializada para rastrear el fondo marino.
“No tenemos claro qué es lo que va a pasar después del día domingo. También estamos esperanzados, precisamente porque viene el Cabo de Hornos, que tiene ciertos dispositivos tecnológicos y te permite mapear el tema submarino. Tiene bastante fe y viene camiseteado para buscar y buscar bien a los muchachos”, afirmó.
El buque, que participó en el hallazgo del submarino argentino ARA San Juan en 2017, cuenta con equipos capaces de operar a profundidades de hasta 850 metros. En este caso, se estima que los restos podrían encontrarse entre los 200 y 300 metros de profundidad. La hipótesis que se investiga es que la embarcación pudo haber sido impactada en altamar, lo que habría generado que los restos se desplazaran a varias millas náuticas del punto original.
Comisión del Senado
En paralelo, la comisión de Pesca del Senado acordó enviar todos los antecedentes del caso al Ministerio del Interior. Además, los parlamentarios solicitaron una extensión en los plazos de búsqueda y el otorgamiento de pensiones de gracia para las familias de los tripulantes.
A la presunta desgracia se sumó también la desaparición de Juan Sanhueza, de 58 años, trabajador de la empresa Blumar, cuyo último rastro corresponde al buque Cobra. La brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones de Concepción confirmó que su hijo realizó un llamado desesperado desde la comuna de Coronel para aportar antecedentes que permitan dar con su paradero.
Las cámaras de televigilancia de la embarcación Cobra serán claves para esclarecer lo ocurrido la madrugada del domingo 30 de marzo. Según detalló la fiscal Marcela Cartagena, a cargo de la investigación, los registros permitirán determinar si hubo una colisión en altamar y cómo se habrían desplazado los restos tras el eventual impacto.
Por ahora, el mal tiempo continuará en la zona costera de Biobío, con lluvia en Concepción y Talcahuano, y tormentas mar adentro, lo que mantiene suspendidas las labores más profundas de rastreo.
Fuente: ADN radio