asistentes de la educaciónMediante un proyecto de resolución promovido por la diputada Alejandra Sepúlveda junto a otros parlamentarios, la Cámara solicitó crear una normativa especial que regule la función de los asistentes de la educación.
El proyecto de resolución N° 76 fue aprobado por 47 votos a favor y 1 abstención. El texto solicita a la Presidenta de la República que, a través del Ministerio de Educación se trabaje en la elaboración de un estatuto normativo que rija a los asistentes de la educación de manera integral, estableciendo definiciones, funciones, delimitaciones de responsabilidades y toda otra materia que eprmita a dichos funcionarios contar con un marco normativo claro y que les otorgue certeza acerca del desempeño de sus funciones.
La iniciativa fue presentada por la diputada Alejandra Sepúlveda (Ind), junto a sus colegas Claudio Arriagada (DC), Giorgio Jackson (Ind), Vlado Mirosevic (Ind), Gabriel Boric (Ind) y Víctor Torres.
Los legisladores subrayan la escasa regulación que tienen actualmente los asistentes de la educación y en particular los paradocentes, actualmente concentrada en el artículo 2° de la ley N° 19.464, que establece normas y concede aumento de remuneraciones para personal no docente de establecimientos educacionales que indica.
Por otro lado, señalan que en diversos establecimientos educacionales, se está encomendando a estos asistentes de la educación la labor de reemplazar a los profesores titulares, por ejemplo cuando está con licencias médicas. «Es decir, estos asistentes de la educación están acudiendo a cumplir labores docentes en la sala de manera habitual».
«La ley no exige a los asistentes de la educación que sean profesores, por lo que no necesariamente tendrán conocimientos o estudios en pedagogía, sicología ni convivencia escolar, lo que no hace conveniente que estén a cargo de los estudiantes dentro de las salas de clase de forma permanente, ya que para ello están los profesores», indican los diputados.
Agregan que si bien es atendible que puedan realizar reemplazos cuando los profesores se ausenten de manera imprevista, «no resulta aceptable que permanentemente se esté enviando a asistentes a desarrollar la labor docente en lugar de contratar profesores de reemplazo».
Los autores señalan que esta situación se debe en gran medida a que al no tener un marco normativo que los regule de manera integral, se les encomiendan labores amplias dentro de los establecimientos educacionales, quedando al arbitrio de sus empleadores en cuanto a la función que deben realizar.
«Hace muchos años que los asistentes de la educación vienen reclamando por la inexistencia de un estatuto normativo que los regule, estableciendo sus definiciones, funciones y responsabilidades en el quehacer educativo», concluyen.

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